Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

sábado, 8 de enero de 2011

Feliz año desde las Cataratas Victoria (con Nochevieja movida)

      Siempre habia sonado, con pasar un fin de ano en el hemisferio sur, viendo a papa Noel en manga corta y disfrutando del entusiasmo local, por el inicio de una nueva singladura temporal.

      Los deseos, nunca se cumplen, como se ha imaginado. Efectivamente, vivimos nuestra primera Nochevieja en el tropico de Capricornio y probablemente, sera la mas inolvidable de todas. Pero...
 Cataratas Victoria (desde Zimbabwe) 
      El dia no empezo nada bien. A las nueve menos cuarto de la manana, desocupamos nuestra habitacion en Nata (Botsuana), para llegar a la gasolinera, que hace funciones de estacion de autobuses. Nos habian dicho, que a las nueve, partia un bus para Kasane. Nada de nada. Seis horas esperando y lo unico que llega, es un micro con una sola plaza disponible. Mientras tanto, a ratos diluvia. Casi nos llevan a la carcel, por estar bebiendo una cerveza en la calle. Afortunadamente, conseguimos templar nuestro cuerpo, con una buena racion de pollo, arroz, vegetales y alubias.
                Cataratas Victoria (desde Zimbabwe) 
      Cuando presumimos, que el fin de ano lo pasaremos en la gasolinera, aparece el que organiza los chanchullos de la estacion y por una propinilla, nos coloca en un coche particular, junto a otra chica, al mismo precio que el autobus.
 
      Conductor suicida, aunque en coche nuevo, nos pone en tres horas en Kasane. Hay cinco hoteles. Dos estan llenos, uno derruido -aunque con el luminoso encendido y vigilante de seguridad presente- y dos, de precio inasumible. Son las siete y media de la tarde y no hay casi nadie en la calle, una vez que ha cerrado el centro comercial del pueblo. Aceptamos lo evidente: Nochevieja sin hogar y con la mochila a cuestas. Nos acercamos a un bar y tomamos unas cervezas Black Label. Nos animamos, con los efluvios del alcohol y viendo como los pocos lugarenos, disfrutan rompiendo los cascos contra el suelo. A las once cierran.
 
      Caminando, encontramos una tienda de fotos peculiar. Se trata de una especie de cabana de madera.  Dentro tiene un habitaculo cerrado, a modo de negocio y accesible, una alfombra sucia en el suelo y un fondo claro, para hacer instantaneas. Ademas, un lavabo y al otro lado, la estructura de madera diafana. Pintoresco lugar.
 
      En el centro, una especie de 3+2 de mimbre, donde nos acomodamos y celebramos la llegada del nuevo ano, a ritmo de tres fuegos artificiales y una botella de vino. Rara y entranable estampa navidena.

      Dulces e inalterados suenos, hasta que a las siete y media de la manana, llega el propietario del chiringuito, dispuesto a abrir. No parece enojado, pero nos explica, que no es lugar para "acmodation"
 
      Recorremos la calle principal. Todo esta abierto, como en un dia normal y lo del happy new year, aqui suena a chino. Tras dos horas de gestiones, visados y transporte, nos encontramos de frente y ya en Zimbabwe, ante las maravillosas Cataratas Victoria.
 Victoria Falls 

3 comentarios:

Eva dijo...

Despues de la publicacion de 6 entradas, en dos tardes lluviosas y con buena conexion a internet, casi hemos conseguido actualizar el viaje, a falta de un post sobre Zimbabwe, que se llamara, "No change, no coins"

Esta noche partimos en tren hacia Harare (por supuesto, en clase economica)

Anónimo dijo...

Cuanta información!!!
Me alegro de que esteis bien.
Seguiré vuestra pista.
Que envidia me ha dado el delta del Okavango! Ir a Africa de safari es una de las cosas que tengo pendientes.

Amaia

Eva dijo...

Querida, Amaia. Algún día perderás tu idea romántica sobre los safaris, cuando te vacíen bien la cartera y no veas demasiados animales (los de las ciudades y de dos patas, son todavía, mucho más salvajes y verlos -y también soportarlos- es gratis).

Pero, en fin. Esa es la versión más pesimista de la realidad. Por supuesto, que las hay mejores.

Besos, guapa.