Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Seguimos jugando con fuego y un día, nos vamos a quemar

            Sólo hay que verlas, a las pobres, moviéndose irracionalmente y a bandazos por la calle, con sus altos y puntiagudos tacones. Solemos, enjuiciar el velo de las musulmanas, pero nunca, este endémico problema, que afecta en muy buena parte, a las mujeres de muchos países del este de Europa.

            Tras hacer escala en la insulsa Vanadzor, llegamos a Gyumry. Una ciudad, a no tener en cuenta, ni siquiera para ir de paso hacia otros lugares. Pero para nosotros, es el camino más corto para tratar de visitar, las cuevas de Vardzia y Akhaltsikhe, en Georgia y retornar, a Turquía.

            Se percibe, que nos vamos acercando a Georgia, por el deteriorado asfalto de calles y calzadas, que se convierte en impracticable, cuando llega la puntual y estruendosa tormenta de la tarde. Desde, que salimos de Yerevan y para nuestra desgracia, no ha parado de llover. Llevamos cinco días, sin que se nos terminen de secar los pies, nunca.

            Los tres hechos más destacados, que nos ocurren durante esta jornada son, que una avispa se enrede entre mis dedos, mientras sujeto un bocadillo y esté, a punto de picarme la lengua -¡¡uf, que mal suena eso!!- o de comérmela cruda; que nos traten de engañar los taxistas y las muchas dificultades –que raro- para encontrar un hotel económico

En el último, al que nos acercamos y ya al anochecer, nos piden 25.000 drams por la habitación. Tras declinar la oferta, nos la dejan, en 15000. Pedimos 12000. Al principio, sí, pero luego, no. Nuestra irresponsabilidad nos hace emplearnos con una dureza, que da sus frutos. Tras abandonar el establecimiento y andar un centenar de metros, el director del hotel sale corriendo detrás de nosotros, como alma que lleva el diablo. Una vez más e in extremis, la suerte vuelve a acompañarnos. Aunque, sí es verdad, que la buscamos con ahínco. Como siempre, estamos jugando con fuego y un día, nos vamos a quemar.

            Como el transporte directo, a Akhaltsikhe, es m muy caro, decidimos llegar solo hasta la frontera –Bavra- y allí nos buscaremos la vida. Pinta mal: hace mucho frío, vamos muy mal abrigados y nos va a tocar, andar unos seis kilómetros, hasta el más pequeño y cercano pueblo georgiano. No llevamos, ni 200 metros andados, cuando –afortunadamente- se detiene un coche, que nos lleva hasta Akhalkalaki, a toda leche, por una carretera infernal.

            La entrada a Georgia, la hacemos, como si estuviéramos en un Mcaauto. Entregamos los pasaportes por la ventanilla, sin salir del vehículo. Lo único, que hay que bajarla, para que te hagan una foto y enseguida te los devuelven -sin kepchup ni mostaza-, ya sellados.

            Nos da pena abandonar la apacible y agradable Armenia. Y, pereza, retornar a la bonita,, Georgia, donde nos esperan personas cuadriculadas –sobre todo, a la hora de preguntar-, el caos del tráfico, los precios más caros y la escasa oferta, con que llenar la cesta de la compra.

No tenemos mucha esperanza -por diversos motivos, mayormente económicos- en poder visitar las cuevas de Vardzia. Pero, eso, ya os lo contaremos en otra entrada.

Por cierto, en el alojamiento de hoy, hemos conseguido que nos rebajen, de 50 a 40 laris. Al principio, el dueño se negó, porque pensó, que éramos franceses. Todo cambió, cuando supo, que somos españoles. ¡Un rescate a pequeña escala, que se agradece mucho!. 
Todas las fotos de esta entrada corresponden, a Gyumry (Armenia), menos esta última, que procede, de Akhalkalaki (Georgia)

1 comentario:

Eva dijo...

Con esta novena entrada, se completa la mitad de los 18 posts, que componen este viaje y que se seguirán publicando, durante los próximos días.

Saludos.