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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Estrés y paz, en Trichy, durante el mismo día.

             Todas las fotos son de Trichy (India), excepto la última, que es de Kumbakonam (India)
           Corren las 16:26 del 28 de marzo, de 2.014 y quizás, estamos viviendo nuestro momento más apacible en India -salvo los del hotel y no siempre-, después de un día durísimo, en Trichy, que merece un post aparte, más que por sus atractivos -muy recomendables-, por ser para mi, uno de los lugares más inhóspitos de la India, superando a Gaya, anterior ganador.

          En estos momentos, rodeamos el templo Sri Ranganathaswamy, casi solos, sin tráfico. Media hora antes, un amable indio -el único, durante la semana que llevamos por aquí-, nos ha cedido el asiento en el autobús, nos ha advertido de la dureza del país -no sabe, que es nuestro segundo viaje-, nos ha indicado en que parada bajar, por donde ir y donde se cogen los buses de vuelta hasta nuestro hotel.

          Estos hechos tan gratificantes, en India, es casi imposible, que se produzcan en tan corto espacio de tiempo. ¡Somos chicos con suerte!. Tal vez porque la buscamos e insistimos e insistimos.
El día había comenzado también, con otras tres buenas noticias: en Trichy hay transporte público; con una sola linea de autobús -la número 1-, se visita todo lo importante y existe una eficiente oficina de turismo, cerca de los hoteles. Lo chungo, chungo, estaba por llegar

          Animados -a pesar del carísimo precio del hotel-, nos vamos al templo de la Roca, que se ubica en una fortificación, en la que se desarrolla un enorme mercado (tal vez, sin miedo a equivocarme, el lugar más caótico de India, donde incluso, corre riesgo la integridad física). Para variar, todo se conjuga en nuestra contra:

          1º.- Es la una de la tarde y aunque llevamos más de dos litros de agua cada uno en el cuerpo, nos morimos de sed, sin poder solventar el problema.

          2º.- Hace 45 grados y el sol está cayendo de plano, desde varias horas atrás.

          3º.- El hambre es feroz. De hecho, llevamos cuatro días sin comer carne y lo único -y muy numerosos, por cierto-, que hay, son los recurrentes vegetarianos, donde sirven “veg biryani”, asqueroso arroz al limón y el mismo epíteto para el de tomate (que de esta hortaliza, más bien, tiene poco).

          4º.- Las calles dentro de esta fortaleza, son estrechísimas, más pobladas de cacharros que nunca y sobre todo, de personas: indios y unas cuantas musulmanas, que no están dispuestas a renunciar a su camino, aunque te lleven de por medio. Es tanto el estrés, que mi “indiómetro” está en su punto más álgido, a punto de explotar.   
          
          Menos, lo último, todo se fue solucionando, paulatinamente y con menos paciencia, que impaciencia. Encontramos frescas bolsas de agua y -tal vez-, el único sitio de biryani, de escaso pollo – y caro-, aunque al menos, presente, de este área de la ciudad. El calor, por primera vez en India y a media tarde, fue remitiendo y llegó una leve brisa. ¡Hasta nos comimos un helado y unas ricas bondas de patata y “verdurajos”!.

          A las dificultades reseñadas, debemos añadir la de encontrar hotel adecuado, que llevó su tiempo. Aquí, en Trichy, también nos rechazaron en algunos o nos pedían precios imposibles. Pero, una de las peores experiencias de pernoctación en nuestros viajes, la vivimos en Kumbakonam. Al menos, siete especies de bichos distintos en la habitación: mosquitos, mariquitas, cucarachas, lagartijas, insectos varios de colchón, hormigas, seres vivos alados de dudosa reputación... Una tormenta premonzónica bestial, nos dejó casi toda la noche sin iluminación. ni ventilador. Además, y para completar, padecí unos molestos dolores de barriga y estómago, más inquietantes, que molestos.

          ¿A que no sabéis, que los propios tuck-tuck, ya tienen wi-fi en la India? Así, que además del tedioso proceso de negociar el precio, hay que pelear para obtener el pasword. ¡No os lo creáis!. Si no vas a sitios muy turísticos o a hoteles de postín, te puedes pasar un mes sin wi-fi, en el país.  

1 comentario:

Laura dijo...

Soys geniales y muy entretenidos.

Enhorabuena y seguid contando!!

Lzura